Cuando algo o alguien nos hace daño, lo siguiente es protegernos, cerrarnos a la luz del sol para que no nos queme.
Me sentía culpable de algo, aunque no sabia muy bien de qué, todas las creencias que me han movido siempre pasaron a ser absurdas tonterías que a lo único que me habían llevado era a sufrir y a negarme la felicidad a la que todos tenemos derecho. Yo que me conozco la teoría mejor que nadie no me la podía aplicar. Una losa inmensa me pesaba dentro.
Pero probablemente porque lo que va contra la naturaleza de cada uno al fin muere y no tiene fuerza, y si eres luz, la oscuridad no puede contigo, el Universo te envía ayuda en las formas más insospechadas.
!Que pereza¡ es mi expresión favorita de los últimos tiempos, y es verdad me daba todo una pereza... a mí que soy pura energía....
Pero no, cuando los hados se confabulan a tu favor, por más que te niegues, al final el sol entra en tu desván y la pereza se diluye como la niebla en un día de sol.
En el mio ha entrado con una fuerza increíble, me ha hecho levantar las persianas y recuperar mi esencia de mujer, esa que se había mutilado voluntariamente después de sufrir los embites de una relación destructora y carente de sentimiento.
Hoy me siento feliz, recuerdo cada uno de los minutos que hemos pasado juntos y la sonrisa no desaparece de mi cara, creo que eres un ángel caido del cielo para devolverme mi capacidad de sentir, para seguir creyendo en el género humano.
Ni el pasado ni el futuro me importan en este momento, solo el AQUI Y AHORA, porque me he curado y vuelvo a ser la MIMI de siempre, por todo esto GRACIAS MI NIÑO.... ;-)