Hoy he tenido un revés que momentaneamente me ha puesto de un humor de mil demonios, no he gritado ni pataleado porque una es educada y el lugar donde me encontraba no era el adecuado, lo he sufrido en silencio como si fuese una cruel hemorroide. Poco después lo que me habia pasado dejaba de tener importancia, un resorte se habia puesto en marcha, el de la amistad, por este sentimiento en un minuto todo había cambiado y el universo orquestaba para mí soluciones y noticias que anulaban los primeros momentos del disgusto convirtiendolo en una alegria.
A veces la vida se divierte con nosotros, pareciera que nos pone a prueba, nos esconde grandes tesoros en lugares inverosimiles, podemos encontrar una joya en un cubo de basura, solo tenemos que fijarnos en los pequeños detalles, estar atentos a las señales, solo las personas sensibles son capaces de leer los mensajes en el cielo...
Los insensibles, duros ó traumados ignoran esto, no leen entre líneas, no ven los detalles, no entienden las miradas, llevan puños de hierro preparados para defenderse aunque no les ataques, te miran de manera despectiva por encima del hombro, se creen superiores a todo, ellos nunca perderan un minuto de su vida en mirarse por dentro para ver que hay, ni en acariciar un mechón de pelo, ni en oler una rosa, ni tampoco en agacharse para ver de cerca una gota de rocio prendida de una brizna de hierba...
Pero si nos detenemos un instante para respirar, si detenemos el tiempo y nos paramos a ver la belleza del vuelo de un pajaro, descubriremos un tesoro en una mano tendida.
O en el cubo de la basura.
Eso es lo que me ha pasado hoy a mi.